¿Cómo podemos cumplir con nuestro propósito personal? Porción del Zohar Bereshit.
/La Toráh dice: “Y dijo Dios: hagamos al hombre con nuestra imagen y nuestra forma”. ¿Por qué Dios (Elohím) declara la creación del ser humano en plural? ¿Por qué dice “hagamos” y no “haré”?
Dicen los Kabbalístas, que el gran poder de Elohím (Sefirah de Gevuráh) estaba teniendo una conversación con las chispas de Luz que se iban a convertir en el alma de cada ser humano. Podríamos decir, que El Creador y el Alma tenían un diálogo, y en conjunto actuaron para hacer al hombre.
La Toráh no es literal nos dice el Zohar, hay que interpretarla:
“Y vió Elohím que la Luz Es Buena”. Esto es la Creación (Elohím) al percibirse a sí misma. Es el Creador mismo percibiéndose en la Naturaleza, en una realidad limitada, física y material. “Y se pecibió asímismo como Bien”.
“Bien” es lo que contribuye al propósito, es decir, lo que contribuye a mi propósito “Es Bien”, aunque no lo parezca, me duela, o se sienta incómodo. Lo que no contribuye, es mal.
El bien y el mal están definidos de acuerdo al propósito de cada ser humano. Lo que es bueno, es Luz en mi vida porque me lleva a contribuir con mi propósito y el propósito universal. ¿Y cuál es mi propósito?
Tenemos 2 propósitos:
Universal o global: que llamamos el “Tikún Olam”, la reparación del mundo, del Olam, del sistema en el que estamos. Todas las almas que bajaron al mundo como consecuencia de la ruptura de la vasija, vinimos a restaurar esa vasija, devolviendo las chispas a la Luz, y para eso se nos fue dada la “sabiduría objetiva” que se encuentra en la Toráh (la astrología, las festividades y sus portales, la causa y efecto, etc.).
Nunca nada es completamente objetivo, pero nos acercamos a ello a través de las leyes universales, la ciencia, etc.
Particular (que lo podemos dividir en 2 también): 1. General personal: la evolución de mi ser, la reparación de mi vasija, alcanzar la mejor versión de mi mismo. 2. Personal personal: para lo cual debemos descubrir nuestro propósito en este plano material: la vocación, el trabajo, los proyectos, cómo aportamos a los demás, etc.
¿Cómo podemos cumplir con nuestro propósito personal?
Observando todo aquello que haces en tu vida y que puedes ir descubriendo con herramientas como la Carta Astral, tu nombre, el Árbol Genealógico, o cuando revisas aquellos patrones que se repiten constantemente (el dolor, la angustia, las relaciones, lo que nos cuesta mucho, lo que nos molesta). Tomar consciencia de todo esto y corregirlo te ayuda a cumplir tu propósito personal. Y pueden ser varias cosas a la vez, no solo una.
Tu talento, tu pasión, vocación, trabajo, proyectos para servir al prójimo, tu pareja para convivir y evolucionar, ser padre y guiar y educar a tus hijos, cuando cuidamos a la tierra, las plantas, animales y otras personas (todos los seres sintientes). Todo esto es parte de tu propósito personal.
Si la respuesta es “si”, esto contribuye a mi propósito, entonces es “Or”, es Luz, y atraigo Luz y se diluye oscuridad.
“Y vió Elohím” (sefiráh de Gevuráh, los límites y la resistencia).
Desde la “sabiduría objetiva”, frente a una situación podrás ver la luz haciendo resistencia (ser proactivo): ¿esto lo hago o no lo hago?¿qué me enseña la sabiduría objetiva? Desde la restricción decidir si la acción ante la situación contribuye a tu propósito y el propósito universal.
“... refiere al pilar del medio”, el equilibrio entre la derecha y la izquierda. “... Las acciones de Bien iluminan en todas las direcciones, arriba y abajo”.
En el pilar del medio y la Luz que Es Bien, está el misterio del nombre sagrado del Creador, y es la Luz que sustenta a los 4 mundos (Emanación, Creación, Formación y Manifestación). Yud es Emanación (Jojmáh), Hei es Creación (Bináh), Vav es Formación (Serampin), y Hei es Manifestación (Maljut).
“Ilumina en las 6 direcciones”. Se refiere a las sefirot (Serampin) del mundo de la Formación (el mundo emocional), y las 6 direcciones en las que te puedes mover. El nombre sagrado del Creador ilumina esto, y corresponde a la sefirot de Tiféret, la sefirot del medio del Serampin, el equilibrio, el centro. Equilibra nuestra polaridad masculina y femenina a nivel mental, emocional y físico. Debes poder moverte en este equilibrio.
“Y dividió la Luz y la oscuridad”.
La corrección de la disputa entre la izquierda y la derecha. Elimina la disputa, si quieres alcanzar tu propósito. No puede existir en ti la división entre lo masculino y lo femenino. No te puedes permitir la negación a la naturaleza misma del ser humano de buscar a tu otra parte para complementarte.
“No es bueno que el Adam esté solo”, osea que tener una pareja que esté a tu lado te ayuda en el cumplimiento de tu propósito y apoya a solucionar el conflicto entre lo femenino y lo masculino.
Acepta y desea que tu otra parte se manifieste en ti y así todo se completa. Acepta eso que es opuesto a ti e integralo. Deja de atribuir cosas negativas a tu frecuencia opuesta, para así poder atraer el camino del medio y que todo se complete.
Un abrazo y bendiciones,
Dany
*Tomado de la clase del Zohar “porción Bereshit” de Esteban Acuña Nuñez Z”L, de la Fundación Kabbalife Chile.